Pep Fajardo es constructor de encantadoras máquinas, de poéticos ingenios, de asombrosos artefactos con los que mirar las estrellas, recorrer largos caminos, sumergirse en inmensos océanos o volar por indescriptibles cielos. Artilugios divertidos, rebosantes de fina ironía y un humor desconcertante. Ahora descubre para nosotros, en plena playa, un animal marino de imponente cuerpo segmentado. Con referentes mecánicos – como ya ocurría con su escultura “Crisálida”- se da forma a un ser orgánico, un amfibi exclòs de les classificacions zoològiques,,es,El creixement continu de l'esperit va ser la idea de,,es,Podem descobrir en la seva escultura la necessitat que té l'art contemporani de salvar la,,es,No es va al saber sense el,,es,escultor Arxius,,es […]
Tèxtes