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JOSEP Mª CADENA – «AERONAVES ORGÁNICAS DE PEP FAJARDO» 2007

Un vilano es una semilla que vuela y se deja llevar por el viento como los globos de navegación libre. Dédalo le puso alas a su hijo Icaro y el gran Leonardo observó a los pájaros al diseñar sin éxito sus primitivas máquinas voladoras. La aviación es, históricamente, cosa de ahora y tras los primeros éxitos han venido las naves que en su diseño se inspiran en los cuerpos de las aves. Por ello no es de extrañar que el escultor Pep Fajardo profundice en el aerodinamismo de sus esculturas en hierro, madera, tela, plomo y papel. Algunas son como insectos; otras tienen sentido helicoidal y semejan alas de murciélago, y unas terceras van desde la nave en forma de platillo volante hasta los sorprendentes aparatos voladores que ruedan o basculan de acuerdo con una estética tan primitiva que se une con la de muchos artefactos de películas de ciencia-ficción. En especial con aquellos que relacionamos con grandes explosiones moleculares, dejan al ser humano que sobrevive en una especie de Edad de Piedra tecnificada.
Pep Fajardo busca con sus esculturas lo esencial de la vida a través de su encuentro con el nervio y de la poesía de las alas, que está tanto en los insectos como en los hombres. La ciencia genética nos ha relacionado a todos nosotros con la mosca del vinagre, lo cual puede explicar con voluntad irónica lo avinagrado de ciertos comportamientos humanos. No somos moscas -creo-, pero en ellas, así como en la totalidad de los animales y plantas, hay algo de humano en las reacciones instintivas. Lo que ocurre es que nosotros podemos entenderlo y Pep Fajardo asciende a la escultura inteligente y sugerente con su buscada simplicidad.

Josep Mª Cadena

«AERONAVES ORGÁNICAS DE PEP FAJARDO» 2007

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